...como maestra

Lo que desaprovechan los alumnos de hoy...

Soy profesora universitaria desde hace 3 años, empecé siendo tutora de trabajos profesionales de grado en la Universidad donde me recibí y luego fui incursionando en aula. Hoy llevo adelante 4 cátedras, además de la tutoría, y a pesar de haber conocido a muchos estudiantes, me sigue sorprendiendo la forma en que los mismos desaprovechan todo lo que tienen a su alrededor para convertirse en excelentes profesionales.

La mayoría no quiere leer, ni si les regalás el libro, y esa es la primera y más difícil barrera que me toca romper, porque en las materias que enseño, la base es la lectura y sin eso, no hay nada que se pueda lograr. La segunda barrer es el tiempo, aunque la mayoría dice que no trabaja, cuando les preguntás por qué no estudiaron o no leyeron un material, responden que "no tienen tiempo" o que "no quieren desperdiciar su fin de semana en leer".

Entonces les cuento cómo hacía cuando era estudiante, las madrugadas que no dormía sentándome a leer porque no tenía otro momento para hacerlo, y la cantidad de veces que conté las moneditas para pagar una fotocopia o las veces que le pedí a la "señora de los libros" para que pudiera comprar alguno en largas e interminables cuotitas, para tratar de que vean la situación con otros ojos.

Pero igualmente, no puedo creer como teniendo todo para convertirse en estudiantes brillantes, desaprovechan la inigualable oportunidad de estudiar en la Universidad, sobre todo habiendo tantos chicos que darían cualquier cosa por estar en su lugar, sobre todo chicos sin recursos económicos suficientes. 

No puedo entender cómo teniendo una enorme biblioteca colmada de innumerables libros a su disposición, ocupan los lugares con máquinas única y exclusivamente para "revisar su facebook", en vez de aprovechar la facilidad de un google books. 

No puedo entender como teniendo todo el tiempo del mundo, no pueden administrar su día para dedicarse a estudiar y a divertirse, sin tener que sacrificar una cosa por la otra. 

No puedo creer que aún teniendo que pagar una mensualidad no es para nada barata, se peguen el lujo de faltar a las clases o no presentar un examen. 

No puedo creer que tengan la osadía de decirme que no les gusta una clase porque no entienden nada, que por qué no doy una clase magistral y luego ejercicios para desarrollar, en vez de darles material para leer.

Pero bueno, este oficio como cualquier otro, tiene sus días buenos y sus días malos, y aunque siempre van a haber alumnos que no sepan aprovechar todo lo que tienen para salir adelante, igualmente siempre voy a encontrar otros que sí lo hagan y de la mejor manera, con todo el entusiasmo del mundo.

Como siempre digo, hay profesores buenos y malos, pero lo importante es que marquen una etapa en tu vida, y eso es lo que quiero lograr con mis alumnos, marcarlos de alguna manera y que gracias a esa marca, puedan rescatar lo mejor para sus vidas.

Le dedico esta entrada a todos mis actuales y anteriores alumnos, diciéndoles que no desaprovechen la juventud y la inteligencia que dios les dió, que piensen en su futuro, en lo que quieren llegar a ser y crean firmemente que el estudio y la dedicación son el mejor camino para llegar a su objetivo.

Con cariño,
la Profe Noelya


En el día del maestro...


Esta es mi primera entrada de la faceta de docente, y qué mejor día que hacerlo hoy, en el día del maestro, donde recibí un montón de felicitaciones y agradecimientos de parte de mis antiguos y actuales alumnos. Palabras hermosas y de cariño hacia un trabajo que no permite que bajes los brazos ni te des por vencido, que tampoco te da muchos beneficios económicos, pero te recompensa con el reconocimiento por parte de personas a quiénes lograste guiar en un momento de sus vidas, ahí cuando más te necesitaban.

Cuando era adolescente, me pasaba los días cuestionando a mi mamá, por qué había elegido la carrera de la docencia si le daba tanto trabajo y tan poca paga, pero de repente un día me vi haciendo lo mismo que ella. Sin embargo, un día, no sé cómo, mi mamá me convenció y empecé a enseñar a los 13 años, con supervisión directa de ella, a niños en edad escolar, de 1ro. a 3ro. grado; les enseñaba matemáticas, castellano, italiano, los ayudaba a hacer la tarea, de todo un poco. Enseguida le tomé el gusto y seguí así durante toda la secundaria; inclusive iba al domicilio de mis alumnos para darles un plus, con un clase personalizada y que me permitiera un mayor ingreso por hora; incluso cerraba paquetes mensuales o quincenales, donde cobraba todo por adelantado y me aseguraba de no perder dinero si el alumno cancelaba la cita o no venía a casa.

Pero al terminar el 6to. curso me vi en la necesidad de buscar un ingreso real y fijo que me permitiera seguir la carrera universitaria que había elegido, así que no me quedó más remedio que dejar la enseñanza particular y dedicarme a trabajar, como cualquier otra persona, en una oficina con un sueldo fijo. El tiempo pasó y dejé de enseñar, mis hermanas siguieron mis pasos, y aunque muchas veces me pidieron volver, no tuve intenciones de hacerlo por mucho tiempo. 

Un día, cuando terminé la carrera y vi una oportunidad de negocio, alumnos que se encontraban haciendo el trabajo profesional de grado para obtener sus títulos universitarios, tal cual lo había hecho yo el año anterior, y que necesitaban una ayuda adicional, así que me dediqué a enseñar Marketing a los alumnos de la misma Universidad donde me había recibido. Ese año tuve dos grupos, a los dos enseñé y asesoré, y me gané nuevamente el nombre de "profe".

Luego de eso, me llamaron de la Universidad y me propusieron ser Tutora del Trabajo Profesional de Grado, y a partir de ahí ya no paré; a la par me hice asistente de cátedra y luego pasé a ser Encargada de Cátedra. Y ahí me vi nuevamente envuelta en el mundo de la docencia, un mundo con sus altibajos como cualquier otro, pero con muchas satisfacciones.

Así que hoy no voy a agradecer a mis profesores, por el contrario, voy a agradecer de corazón a mis alumnos, por dejarme entrar en sus vidas y ayudarles un poquito a convertirse en excelentes profesionales. Me siento orgullosa de todos y cada uno de uds., porque sé que todos los días ponen lo máximo en todo lo que hacen y todo lo logrado hasta ahora y más, es por su dedicación y esfuerzo, y eso no tiene precio.

Los aliento a seguir adelante, a perseguir y cumplir sus sueños, y aquellos que siguen mis pasos, a mi lado, gracias por confiar en mí y por hacerme parte también de ese proceso. Gracias por todas las muestras de cariño y agradecimiento por la labor realizada, de verdad, muchas gracias.

Cariños para todos!!

pd: chicas, gracias por el encuentro, estuvo lindísimo!!!!

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